Para empezar la semana, nada mejor que lo mejor. El mejor ensamblaje de voz y música que jamás haya visto u oído, en un magnífico escenario. No podía haber sido de otra manera para estos dos verdaderos monstruos en sus respectivos géneros, puesto que cualquier otra cosa hubiera simplemente estado por debajo de cualquier expectativa posible.
El lugar fue Módena, Italia. El año 2002, hace diez años. ¿Los intérpretes? El más improbable dúo que se pudiera imaginar, El Abuelo del Soul y el Rey de las Notas Altas: James Brown y Luciano Pavarotti. ¿La canción? Es un Mundo de Hombres, uno de los clásicos más celebrados de James Brown.
Ambos rondaban los 70’s cuando cantaron juntos, cada uno de ellos en su lengua natal. Pero ambos se refirieron al mismo asunto, la solitud del hombre en su búsqueda del éxito, y el verdadero sentido de la existencia misma si no puede ser compartida con otra alma.
Un tema bien explorado por el escritor inglés Alan Sillitoe en un maravilloso cuento corto titulado La Soledad del Corredor de Fondo, convertido en un magnífico film gracias al arte del director Tony Richardson. Leí el libro y vi la película, y ambos se convirtieron en Fuentes de inspiración durante momentos duros en mi vida, pero nada como esta canción. O mejor dicho, estas dos canciones en una.
Ying o Yang, Alpha y Omega, Luz u Oscuridad, Encuentro entre Dos Mundos. La esencia de la vida siempre se presenta por medio de esta dualidad, simbolizada por la necesidad de siempre tener una contrapartida, un depositario de nuestros sentimientos o ambiciones más profundas. Si es que tenemos una posibilidad de trascender las simplezas de la vida cotidiana, es debido a esta condición.
No se confundan con el título, James Brown lo dice claramente. “Es un Mundo del Hombre, pero no sería nada, nada, sin una mujer o una chica. . . Estaría perdido en la jungle, perdido en la amargura”. ¿Y qué dice Pavarotti? “El Hombre corre por el poder pero no sabe las limitaciones que se impone a sí mismo. . . Todo esto carece de sentido, si vive solo para sí mismo”.
Una actuación cautivadora. Además del excelente cantar y la electrizante ejecución de la orquesta y las damas del coro, se puede sentir la atmósfera cargada de energía que rodea el lugar, tan poderosa que puede ser percibida más allá del video. Todas las cosmogonías del mundo convergieron en un momento nocturno. Reflexionen, pero también disfruten.
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